El cumplimiento del Reglamento (UE) nº 517/2014 sobre determinados gases fluorados de efecto invernadero incluye normas sobre el control de fugas de refrigerantes, que son una de las mayores preocupaciones de los instaladores y usuarios. Para ayudar a su comprensión y cumplimiento, la Comisión Europea ha editado un documento con información para el personal técnico y empresas que trabajan con equipos que contienen gases fluorados de efecto invernadero, como equipos de refrigeración, aires acondicionados y bombas de calor.

Editado en forma de tríptico, el documento contiene seis pasos necesarios para el control y reparación de fugas de este tipo de gases refrigerantes. La prevención de fugas, junto con la reducción gradual y reciclaje de gases PCA y el control y vigilancia del mercado, es una de las medidas fundamentales para la reducción de emisiones de HFC, por lo que el conocimiento del proceso para evitarlas es imprescindible. Además, en tanto culmina el proceso de adaptación a los nuevos gases refrigerantes, es muy importante para las numerosas empresas que todavía están en pleno cambio.

Así pues, el primer paso para evitar fugas es el control de los registros del equipo en un cuaderno de incidencias; en él se vigilará la carga de gases fluorados y, si es posible, su equivalente en CO2. En relación con este proceso, solo deberán utilizarse métodos de medición indirecta si cabe esperar que los parámetros analizados ofrezcan información fiable sobre la carga y la probabilidad de fugas.

El documento recomienda el control sistemático de piezas como las juntas, las válvulas (incluidos los vástagos), los sellos (incluidos los colocados en secadores y filtros desmontables), las partes del sistema que puedan sufrir vibraciones y las conexiones a dispositivos de seguridad o de funcionamiento.

En caso de que se produzcan fugas, la reparación debe ser precedida por un bombeo de vacío o de una recuperación e ir seguida de un ensayo de estanquidad. Tras la reparación, debe realizarse en el plazo de un mes, un control de supervisión, que debe cumplir con los requisitos anteriores. Hay que prestar especial atención a aquellas zonas en las que se hayan detectado fugas y a aquellas otras en las que se haya aplicado tensión durante la reparación.

Por último, el documento recuerda que los registros del equipo deberán actualizarse tras cada control de fugas.

Fuente: AEFYT Asociacion de empresas de frío y sus tecnologías 

Más información: http://ec.europa.eu/clima/policies/f-gas/legislation/documentation_en.htm

Créditos fotográficos: Asociación Europea para la Energía y el Medio Ambiente (EPEE)